Córdoba se convirtió en el escenario de una dramática noche cuando una pequeña nena de dos años cayó en un pozo de 7 metros y se necesitó la ayuda de los bomberos para sacarla.
La ciudad de Córdoba se convirtió en el escenario de una dramática escena luego de que una nena de dos años cayera dentro de un pozo de siete metros de profundidad. Los bomberos tuvieron que ser llamados a la escena ya que, en el intento de rescatarla, la madre terminó dentro del pozo.
El padre de la menor habló con uno de los medios locales de la ciudad y contó qué fue lo que pasó: “El pozo se había desmoronado cerca de las 8:30 y estuvimos tirándole escombros y tierra para rellenarlo”, reveló Gabriel. El martes por la noche se produjo este terrible accidente, luego de que sus suegros llegaran a la propiedad.
“Habíamos tenido todo el día esa precaución de mantener la puerta cerrada porque la beba sale constantemente al patio. Casi me tiro de cabeza al pozo, por instinto, pero mi esposa me frenó”, contó el hombre que en el medio de la noche tuvo que buscar a su hija en el pozo, mientras alumbraban con las linternas del celular.
A pesar del esfuerzo no podrían encontrar a la pequeña en la profundidad y lo único que se escuchaban eran los quejidos que lanzaba debido a los golpes que sufrió en la caída. Mientras llamaban a emergencias se les ocurrió la idea de hacer un descenso improvisado con una manguera: “Até a mi esposa, que debe pesar unos 50 kilos, con una manguera y la bajé. Llegó al fondo y por suerte la bebé estaba bien. Asustada, pero bien”.
Por suerte la beba se encontraba en perfecto estado y los bomberos llegaron a los pocos minutos y pudieron terminar el rescate subiendo a la mujer con la pequeña en brazos. “Ahí, por los nervios me quebré en llanto. Me sentía muy mal por lo que le tocó pasar”, cerró el hombre.
A pesar del esfuerzo no podrían encontrar a la pequeña en la profundidad y lo único que se escuchaban eran los quejidos que lanzaba debido a los golpes que sufrió en la caída. Mientras llamaban a emergencias se les ocurrió la idea de hacer un descenso improvisado con una manguera: “Até a mi esposa, que debe pesar unos 50 kilos, con una manguera y la bajé. Llegó al fondo y por suerte la bebé estaba bien. Asustada, pero bien”.
Por suerte la beba se encontraba en perfecto estado y los bomberos llegaron a los pocos minutos y pudieron terminar el rescate subiendo a la mujer con la pequeña en brazos. “Ahí, por los nervios me quebré en llanto. Me sentía muy mal por lo que le tocó pasar”, cerró el hombre.
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